Castanea - Plan estratégico de vertebración del Castaño en el Bierzo

El grupo Cuevas, que procesa anualmente 1.500 toneladas de castaña, se propone que el consumo de este producto deje de ser estacional, vinculado al otoño, para que se disponer en distintos formatos todo el año. La empresa es líder en España en la transformación de este fruto y está entre las compañías mejor posicionadas del mundo. Cremas, purés o castaña como guarnición son alguna de las presentaciones que están en desarrollo después de un proceso de investigación e innovación sobre las posibilidades gastronómicas y nutritivas de este producto.

El foro de los productos ourensanos se presentó en la Diputación. m. villar

Así lo puso de manifiesto ayer Artur Yuste, gerente de Cuevas, en el momento de la presentación de un foro en el que se tratará de conocer la imagen de los productos ourensanos a través de las opiniones de personajes destacados de distintos ámbitos, y de fuera de la provincia. La iniciativa parte del Inorde y cuenta con la colaboración de la citada empresa. La primera de las intervenciones será una conferencia del periodista José Ribagorda, el martes a las 20.00 en el Liceo.

Y si el primer foro tratará sobre la castaña, durante los dos próximos años se abordará también el aceite o la miel, dentro del programa Promercado que auspicia la Unión Europea.

Yuste precisó que Cuevas se propone que el consumidor «pueda disfrutar del olfato, la vista o el paladar de la castaña fresca de otoño pero durante todo el año». La compañía ha mejorado la posición internacional de otro de sus productos estrella, el Marrón Glacé, que ya se vende en 27 países.

A estos proyectos se suman otros como los de la promoción de la dieta atlántica o la implantación de la tarjeta de fidelización de clientes que ha permitido entregar más de 10.000 regalos en mes y medio.

Por otra parte, el gerente del Inorde, José Manuel Rodríguez, recordó en declaraciones a Radio Voz que hay unos 40.000 castaños en producción en la provincia, sobre todo en Vilardevós y en la comarca de Conso-Frieiras. Cree que el reto es mejorar el calibre del fruto y dimensionar adecuadamente las parcelas en explotación. Estima que en los próximos siete u ocho años se podrían producir 1,5 millones de kilos.