Las castañas son uno de los frutos secos más típicos del otoño, que nos ofrece un gran aporte de vitaminas y minerales. Por las propiedades de la castaña es que deberíamos incluirla en nuestra dieta.
Podemos consumir las castañas crudas, asadas o hervidas, ya que en todos los casos este fruto representa un gran aporte nutritivo. Este es un fruto seco que nos aporta una buena cantidad de hidratos de carbono, sales minerales y vitaminas.
El consumo de la castaña se ha demostrado que se remonta a la época del paleolítico. Los celtas y los romanos también la utilizaron en gran medida, ya que la consumían en una gran cantidad de platos. En nuestra cocina actual no es tan utilizada, siendo un uso casual y sus propiedades llegan a ser bastante desconocidas. En este artículo te contaré cuáles son las propiedades de la castaña para que puedas beneficiarte.
Este fruto seco se caracteriza por ser por tener un alto contenido de hidratos de carbono, aproximadamente posee un 40 por ciento que lo hace muy similar a los cereales y principalmente al pan. También las castañas son ricas en minerales como el hierro, calcio, fósforo y posee más sodio y potasio que cualquier otro fruto seco. Es una gran fuente de vitamina B2 que nos ayuda a regularizar nuestro metabolismo de proteínas y también de grasas, contribuyendo a la salud de la piel, del pecho, de los ojos; y también nos aporta vitamina PP, la cual es fundamental para nuestro desarrollo.
A pesar de todos estos beneficios que ofrece las castañas se caracterizan por tener un bajo contenido graso y proporciona un a menor cantidad de calorías que el resto de los frutos secos. Tiene alrededor de unas 170 calorías por cada 100 gramos de este fruto.
Es recomendado su consumo en personas que sufren de agotamiento físico y nervioso, que tienen debilidad orgánica, intelectual o que poseen anemia. Es excelente para que la consuman los niños, ancianos y aquellos que se encuentran convalecientes. Pero no es un alimento recomendado para quienes tienen diabetes