Todo comenzó hace más de 40 años, cuando un camión de madera proveniente de Galicia por la Nacional VI contaminó el 'chancro' a tierras leonesas.
Durante estos días, varios expertos castañicultores analizan en Ponferrada la importancia que tiene la supervivencia del castaño para Castilla y León.
Siglos de arraigo en el Bierzo hacen de la castaña parte de su cultura. El chancro preocupa y mucho. Está presente ya en más del 90% de la superficie. ¿Qué sería el paraje de las Médulas, Patrimonio de la Humanidad, sin este elemento paisajístico?...
Ahora, una Agrupación para el Desarrollo Sostenible, a través de la nueva plantación en dos parcelas en Orellán (León), pretende enseñar a los lugareños una buena gestión de la poda y un control fitosanitario que se antoja urgente.
Cada vez que se hace un corte en las ramas para injertar, se debe tapar la herida con un 'mastic' especial, para que ahí no entren de nuevo las esporas que producen la enfermedad.
Esporas que puede portar el viento, un simple pájaro, nosotros mismos en las botas o las herramientas no desinfectadas.
Tratan de que sean medidas ejemplarizantes y concienciar a los jóvenes y podadores habituales, de que una buena poda, sin los medios y cuidados necesarios, de nada vale si el chancro vuelve a penetrar en la corteza del árbol.
Según un estudio de la Universidad de León y la Fundación Ciudad de la Energía, esta enfermedad fue declarada como plaga en 2005 y desde entonces ya se contabilizan 90.000 árboles muertos a causa de esta patología.
Los castañicultores de la zona nos explican ahora otro grave problema: el económico.
Los intermediarios les pagan el kilo de castaña a 70 céntimos, cuando lo normal debería de ser un euro y medio, y nos les merece la pena ni venderlas.Hay quienes le resulta muy triste decirlo, pero ahora les interesa más dárselas a sus cerdos.