La castaña es un fruto seco, un alimento invernal, utilizado para entrar en calor. Tiene un alto contenido en agua y nutrientes reguladores, como el potasio y los folatos. Las castañas son alimentos ricos en hidratos de carbono complejos y una rica fuente de compuestos fenólicos, muy beneficiosos por su acción antioxidante (ver gráfico).
Entre sus minerales, podemos mencionar al calcio, fósforo, hierro y magnesio. Sus vitaminas son las del complejo B (1, 2, 3, 6 y 9 o ácido fólico) y vitamina E, aconsejadas en el embarazo y en estados de estrés. Entre los nutrientes reguladores que contiene, se destacan el potasio y los folatos.
Por su moderado aporte energético (alrededor de 165-200 calorías cada 100 gramos) y bajo aporte graso (2 gramos/100 gramos), en comparación con otros frutos secos, es un alimento completo que podemos ingerir en cualquier momento para recargar pilas y mejorar nuestra salud. Se puede consumir de manera controlada en caso de sobrepeso y obesidad. Crudas, cocidas o asadas, estas son las tres formas más corrientes y comunes de degustar las castañas.
Siempre son nutritivas. Al comprarlas, es importante tener en cuenta el estado de la piel, que debe ser brillante. Para conservarlas en casa, se aconseja guardarlas en un lugar fresco, seco y sacarlas de la bolsa, así se conservarán mejor.
Su sabor es excelente y su textura, muy característica. Es fruto seco versátil y sabroso, perfecto para darles un toque exquisito a tus recetas. ¡Hasta el miércoles!