Galicia no tiene rival en España en lo que se refiere a la producción de castañas. Hay cantidad y, además, excelente calidad. Sin embargo este rentable recurso frutícola, con una alta demanda en los mercados europeos, está aprovechado en una ínfima parte de su potencial económico.
En la geografía gallega hay en la actualidad algo más de 69.000 hectáreas de castaños productivos, según los datos que maneja la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Castaña de Galicia, la única denominación reconocida en España para este fruto. Manuel Vilariño, secretario de la IXP, explica que un productor puede obtener, de media, por una plantación de castaños de una hectárea un rendimiento anual del orden de 6.000 euros, por la venta de las castañas.
Con estas cifras sobre la mesa, un productor profesional, con una plantación de 10 hectáreas, obtendría unos ingresos de 60.000 euros al año. Para Vilariño esta actividad, en los tiempos que corren, 'es una muy buena alternativa económica y laboral para el abandonado medio rural'.