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M.J. Cuando llega el otoño, muchas calles salmantinas se inundan de olor a castañas asadas. A la gente le gusta pasear por la ciudad, ahora teñida de amarillos y ocres, y disfrutar del sabor del fruto por antonomasia de esta temporada, la castaña.
Este año fueron 71 las solicitudes que recibió el Ayuntamiento para conseguir un quiosco de castañas, pero solo trece personas fueron las afortunadas en conseguir un emplazamiento. Las peticiones respecto al año pasado aumentaron en más de un 42% y una mayoría de ellas fueron de jóvenes que se ponen a cargo de las casetas buscando en este trabajo tan sacrificado una fuente de ingresos para salir adelante durante los dos próximos meses.
La campaña comenzó el pasado día 31 de octubre. El precio de la castaña no se ha incrementado, se mantiene en un euro por paquete, pero sí se ha reducido el número de unidades que se ofrecen a el cliente, diez. La razón no es el incremento del IVA, sino las características especiales del producto esta temporada. La castaña, debido a las últimas lluvias, es mucho más grande y de buena calidad, por lo que los encargados de los puestos tienen que ofrecer menos castañas dando la sensación a los consumidores de que su precio también ha aumentado.