La preocupación de los agricultores, como no podía ser de otra manera, es creciente. El calendario amenaza con la llegada del otoño y la climatología sigue con marcados tintes estivales. Esto provoca dos situaciones adversas: la sequía ha mermado la producción, previsiblemente, en un 70%, según estimaciones de Jose Carlos Ruiz, técnico de Asaja Málaga en Ronda. Además, a esta enorme bajada de cosecha habría que sumarle otro hecho que también influye de manera directa en este cultivo, ya que el consumo se retrae de forma importante si las temperaturas no ceden un poco y dan una tregua al mercurio.
Las 4.000 hectáreas de castaños que, en un buen año, son capaces de alcanzar una producción de entre cuatro y cinco millones de kilos, se verán en esta campaña muy por debajo de su capacidad. Según comenta el técnico de Asaja Málaga experto en este cultivo, las primeras estimaciones no son nada halagüeñas y se prevé que no se podrán recoger mucho más del millón de kilos.
A pie de campo
Jose Carlos Ruiz visita estos días el campo para comprobar in situ el estado de los árboles y asegura que la climatología se ha aliado este año contra los castaños. A la escasez de precipitaciones hay que sumar las altas temperaturas registradas en primavera y verano. “Además otros años llueve por nuestra zona en agosto y septiembre, lo que favorece enormemente el desarrollo de la castaña, pero este año tampoco se ha dado esta circunstancia”, manifiesta para informar que, al menos, el poco fruto que se recoja será de muy buena calidad.
El castaño, a estas alturas del calendario, necesita unas temperaturas más frescas y un poco de agua para desarrollarse en condiciones óptimas. Como se sabe, las castañas se encuentran dentro de unos erizos (un envoltorio que recibe este nombre por los pinchos que contiene) y si éstos se secan caen enteros al suelo. Entonces, en vez de recoger las castañas directamente, los agricultores deben recoger los erizos y abrirlos uno a uno, con la dificultad que esta tarea entraña cuando se encuentran muy secos.
Variedades malagueñas
Aunque la castaña “pilonga” es la más conocida y deseada por su buen sabor, su gran calibre, su brillo y su fácil pelado, en el Valle del Genal se cultivan también otras variedades. La “portuguesa” es la más temprana y ya se está recogiendo en estos días. Debido al calor y al exceso de carga se van a recoger muy pocos kilos de esta variedad. Se trata de una variedad casi testimonial, asevera Jose Carlos Ruiz
En apenas unos días y aunque aún las cooperativas y almacenes de la zona continúan cerradas, comenzará la recolección de la variedad “bravía temprana” de Jubrique, que se presenta este año, según el técnico de Asaja Málaga, mejor que el resto de las variedades, “ya que los árboles no tienen mucha carga”.
Poco después, hacia la última semana de septiembre o primera de octubre, los castañeros se afanarán en recoger la “pilonga”, la variedad estrella, considerada una exquisitez no sólo en Málaga, sino en el resto de Europa. Prueba de ello es que más de la mitad de la producción, suele ir a exportación. Este año debido a las previsiones de escasa cosecha la exportación también se resentirá. Los principales países importadores de nuestra castaña son Alemania, Bélgica, Holanda y Francia, principalmente. Italia también demanda nuestro producto pero sólo cuando ellos no han tenido una buena cosecha.
Y para finalizar, las últimas tareas se centran en recoger la variedad “tardía”, que se cosecha en la segunda quincena octubre.
El año pasado, Málaga alcanzó una producción de 2,5 millones de kilos porque también padeció los estragos de un año seco. Aunque aún es pronto para hacer una estimación real de cosecha de la campaña que se inicia, todo apunta que será una de las cosechas más escasas de los últimos años. También es aún pronto para saber cómo reaccionarán los mercados en cuanto a precio, “pero esperamos que, al menos, antes la escasez suba y se puedan compensar en parte las pérdidas por la caída en picado de la producción”.
En el Valle del Genal se encuentran la mayoría de los castaños de la provincia y está compuesto por los municipios de Parauta, Cartajima, Júzcar, Alpandeire, Faraján, Pujerra, Igualeja, Atajate, Benadalid, Benalauría, Algatocín, Genaguacil, Juqrique, Benarrabá y Gaucín.