Así lo explicó el director general de Medio Ambiente, Enrique Julián Fuentes, tras la reciente celebración de la Junta Rectora de la Garganta de los Infiernos. Una reunión en la que participaron, además del director general, representantes de la Diputación de Cáceres y de la Confederación Hidrográfica del Tajo, los alcaldes de Jerte y Tornavacas, agricultores y cooperativas, propietarios privados, ecologistas, y representantes de las direcciones generales de Desarrollo Rural, Ordenación del Territorio y Urbanismo, Sanidad Animal y Patrimonio Cultural.
En esa Junta Rectora se presentaron los nuevos límites del Lugar de Interés Comunitario (LIC) del Valle del Jerte, perteneciente a la Red Natura 2000, tras la revisión cartográfica realizada recientemente.
Medio Ambiente conoce las intenciones de agricultores, cooperativistas y alcaldes de la zona de regular y ampliar la zona de cultivo de cerezo. Sin embargo, la inclusión de gran parte del Valle del Jerte dentro del LIC hace difícil actuar ambientalmente sobre su vegetación para llevar a cabo el cambio de cultivo forestal (rebollo) a agrícola (cerezo o castaño para producción de fruto).
Ante esta situación, la Dirección General de Medio Ambiente ha pedido a los agricultores, cooperativas y alcaldes de la zona que fijen una posición común sobre posibles nuevas superficies de cerezo y castaño. Posteriormente, Medio Ambiente estudiará la posibilidad de cambiar las limitaciones de cota altitudinal que impiden la plantación de cerezos, así como la opción de ocupar parcelas agrícolas abandonadas (praderas, zonas abancladas...) antes de autorizar cambios de cultivo.
En cualquier caso, insistió Enrique Julián, “se pretende regular el uso del suelo de manera compatible, sin afectar los valores naturales que hacen que esta zona pertenezca a la Red Natura”.
Además, el director general de Medio Ambiente avanzó que en estos momentos se está analizando la conveniencia o no de redactar el Plan de Ordenación de los Recursos Forestales del Valle del Jerte, en el que se regularía todo lo relativo al aumento de superficie agrícola productiva en detrimento de la superficie forestal de rebollo o roble melojo.
En la Junta Rectora de la Garganta de los Infiernos también se alcanzaron otros acuerdos, como el de celebrar una junta rectora cada 4 meses, potenciar la reserva natural para, al menos, mantener el actual volumen de visitantes (unos 100.000 al año), y producir un vídeo promocional para divulgar los valores naturales, ambientales, agrícolas y culturales de la zona. Por último, se recalcó la necesidad de adaptar los Centros de Educación Ambiental para hacerlos accesibles a los discapacitados.