- Se han desarrollado y evaluado técnicas para la crioconservación de germoplasma de castaño y roble, con ejes embrionarios aislados de la semilla y ápices caulinares de material juvenil y adulto.
- Tras descongelar el material se consiguió la formación de plántulas en castaño y se comprobó que no hay variabilidad genética, ni se observan diferencias morfológicas ni fisiológicas entre el material crioconservado y el stock no almacenado en nitrógeno líquido.
- Se ha desarrollado un protocolo para la conservación y posterior recuperación de estematerial, tecnología que ha dado lugar a un convenio de colaboración con la empresa TRAGSA.
Santiago de Compostela, 12 de enero de 2010. Una tesis doctoral realizada en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollo y evaluado técnicas para la crioconservación de germoplasma (material genético) de castaño y roble. Con esta investigación se ha confirmado que la crioconservación, es decir, la técnica de biotecnología vegetal consistente en la conservación a bajas temperaturas con nitrógeno líquido de material genético, es una alternativa segura para mantener a largo plazo genotipos resistentes a enfermedades o germoplasma élite. La tesis, titulada “Crioconservación de ejes embrionarios y ápices caulinares de castaño (Castanea sativa Mill.) y roble (Quercus robur L.)” fue defendida recientemente en la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y recibió la calificación de sobresaliente cum laude.
Los resultados han dado lugar a la firma de un convenio de colaboración para la transferencia de tecnología entre el IIAG y la empresa TRAGSA, grupo que desde hace más de 30 años realiza actuaciones en la protección y conservación de la naturaleza y el desarrollo rural. Fruto del convenio, la empresa, en colaboración con el grupo de Biotecnología Forestal del IIAG, está aplicando la tecnología desarrollada en la tesis para la crioconservación de una colección de 205 clones de castaño seleccionados en diferentes partes de Galicia. “En los ensayos se desarrolló un protocolo para la crioconservación y posterior recuperación del material vegetal descongelado tras su almacenamiento en nitrógeno líquido a -196ºC”, explican Ana Vieitiez y Conchi Sánchez. “Con un proceso de crioconservación de ejes embrionarios consistente en la desecación parcial del eje seguido de la inmersión en nitrógeno líquido, se consiguió la formación de plántulas de castaño tras descongelar el material en un 60-63%”, indican. En cuanto a los ensayos de crioconservación en ápices caulinares, también se lograron altos porcentajes de supervivencia en castaño mediante la aplicación de un proceso de vitrificación, es decir, de un tratamiento con soluciones crioprotectoras. Finalmente se evaluó la estabilidad genética del material regenerado de castaño después de crioconservación para la detención de posibles variaciones genéticas mediante estudios morfológicos, fisiológicos, biométricos y marcadores moleculares “Los resultados permiten afirmar que con la crioconservación no hay diferencias morfológicas, fisiológicas ni a nivel genético entre el material crioconservado de castaño y el stock no almacenado en nitrógeno líquido”, indica Lorena Jorquera. Los resultados de la tesis permiten concluir que la crioconservación es una alternativa segura para conservar material vegetal de castaño porque “se almacena el material a -196ºC con nitrógeno líquido, en condiciones donde tiene lugar la detención de los procesos metabólicos, por un tiempo indefinido, sin alteraciones genéticas, en un espacio reducido, evitando la contaminación y con un mantenimiento mínimo”, concluye Jorquera. “En los ensayos se desarrolló un protocolo para la crioconservación y posterior recuperación del material vegetal descongelado tras su almacenamiento en nitrógeno líquido a -196ºC”, explican Ana Vieitiez y Conchi Sánchez. “Con un proceso de crioconservación de ejes embrionarios consistente en la desecación parcial del eje seguido de la inmersión en nitrógeno líquido, se consiguió la formación de plántulas de castaño tras descongelar el material en un 60-63%”, indican. En cuanto a los ensayos de crioconservación en ápices caulinares, también se lograron altos porcentajes de supervivencia en castaño mediante la aplicación de un proceso de vitrificación, es decir, de un tratamiento con soluciones crioprotectoras. Finalmente se evaluó la estabilidad genética del material regenerado de castaño después de crioconservación para la detención de posibles variaciones genéticas mediante estudios morfológicos, fisiológicos, biométricos y marcadores moleculares “Los resultados permiten afirmar que con la crioconservación no hay diferencias morfológicas, fisiológicas ni a nivel genético entre el material crioconservado de castaño y el stock no almacenado en nitrógeno líquido”, indica Lorena Jorquera. Los resultados de la tesis permiten concluir que la crioconservación es una alternativa segura para conservar material vegetal de castaño porque “se almacena el material a -196ºC con nitrógeno líquido, en condiciones donde tiene lugar la detención de los procesos metabólicos, por un tiempo indefinido, sin alteraciones genéticas, en un espacio reducido, evitando la contaminación y con un mantenimiento mínimo”, concluye Jorquera. “En los ensayos se desarrolló un protocolo para la crioconservación y posterior recuperación del material vegetal descongelado tras su almacenamiento en nitrógeno líquido a -196ºC”, explican Ana Vieitiez y Conchi Sánchez. “Con un proceso de crioconservación de ejes embrionarios consistente en la desecación parcial del eje seguido de la inmersión en nitrógeno líquido, se consiguió la formación de plántulas de castaño tras descongelar el material en un 60-63%”, indican. En cuanto a los ensayos de crioconservación en ápices caulinares, también se lograron altos porcentajes de supervivencia en castaño mediante la aplicación de un proceso de vitrificación, es decir, de un tratamiento con soluciones crioprotectoras. Finalmente se evaluó la estabilidad genética del material regenerado de castaño después de crioconservación para la detención de posibles variaciones genéticas mediante estudios morfológicos, fisiológicos, biométricos y marcadores moleculares “Los resultados permiten afirmar que con la crioconservación no hay diferencias morfológicas, fisiológicas ni a nivel genético entre el material crioconservado de castaño y el stock no almacenado en nitrógeno líquido”, indica Lorena Jorquera. Los resultados de la tesis permiten concluir que la crioconservación es una alternativa segura para conservar material vegetal de castaño porque “se almacena el material a -196ºC con nitrógeno líquido, en condiciones donde tiene lugar la detención de los procesos metabólicos, por un tiempo indefinido, sin alteraciones genéticas, en un espacio reducido, evitando la contaminación y con un mantenimiento mínimo”, concluye Jorquera. El castaño y el roble El castaño y el roble son dos especies de gran importancia económica, ecológica y cultural para Galicia, España y Europa. Estas dos especies con frecuencia se ven afectadas por enfermedades de origen fúngico, entre las que cabe citar la tinta causada por Phytophtora cambivora y P. cinnamomi y el cáncer producido por Cryphonectria parasitica, enfermedades en las que los hongos no encuentran por lo general resistencia y destruyen las plantas con rapidez generando importantes pérdidas económicas.
En los últimos años, por tanto, uno de los principales objetivos de la comunidad científica dedicada al estudio de estas especies es buscar ejemplares resistentes a los males anteriormente citados. Para ello, se han centrado los esfuerzos en encontrar individuos que naturalmente sean resistentes a esas enfermedades o en obtener híbridos resistentes mediante cruzamiento entre el castaño europeo y las especies asiáticas las cuales son resistentes a la tinta y al chancro. Tanto el castaño como el roble son, además, especies con una conservación y propagación vegetativa muy problemática al tener semillas recalcitantes, las cuales no pueden almacenarse a largo plazo y mueren si su contenido de humedad se reduce por debajo de un valor crítico. En los últimos años, por tanto, uno de los principales objetivos de la comunidad científica dedicada al estudio de estas especies es buscar ejemplares resistentes a los males anteriormente citados. Para ello, se han centrado los esfuerzos en encontrar individuos que naturalmente sean resistentes a esas enfermedades o en obtener híbridos resistentes mediante cruzamiento entre el castaño europeo y las especies asiáticas las cuales son resistentes a la tinta y al chancro. Tanto el castaño como el roble son, además, especies con una conservación y propagación vegetativa muy problemática al tener semillas recalcitantes, las cuales no pueden almacenarse a largo plazo y mueren si su contenido de humedad se reduce por debajo de un valor crítico. Los resultados han dado lugar a la firma de un convenio de colaboración para la transferencia de tecnología entre el IIAG y la empresa TRAGSA, grupo que desde hace más de 30 años realiza actuaciones en la protección y conservación de la naturaleza y el desarrollo rural. Fruto del convenio, la empresa, en colaboración con el grupo de Biotecnología Forestal del IIAG, está aplicando la tecnología desarrollada en la tesis para la crioconservación de una colección de 205 clones de castaño seleccionados en diferentes partes de Galicia. “En los ensayos se desarrolló un protocolo para la crioconservación y posterior recuperación del material vegetal descongelado tras su almacenamiento en nitrógeno líquido a -196ºC”, explican Ana Vieitiez y Conchi Sánchez. “Con un proceso de crioconservación de ejes embrionarios consistente en la desecación parcial del eje seguido de la inmersión en nitrógeno líquido, se consiguió la formación de plántulas de castaño tras descongelar el material en un 60-63%”, indican. En cuanto a los ensayos de crioconservación en ápices caulinares, también se lograron altos porcentajes de supervivencia en castaño mediante la aplicación de un proceso de vitrificación, es decir, de un tratamiento con soluciones crioprotectoras. Finalmente se evaluó la estabilidad genética del material regenerado de castaño después de crioconservación para la detención de posibles variaciones genéticas mediante estudios morfológicos, fisiológicos, biométricos y marcadores moleculares “Los resultados permiten afirmar que con la crioconservación no hay diferencias morfológicas, fisiológicas ni a nivel genético entre el material crioconservado de castaño y el stock no almacenado en nitrógeno líquido”, indica Lorena Jorquera. Los resultados de la tesis permiten concluir que la crioconservación es una alternativa segura para conservar material vegetal de castaño porque “se almacena el material a -196ºC con nitrógeno líquido, en condiciones donde tiene lugar la detención de los procesos metabólicos, por un tiempo indefinido, sin alteraciones genéticas, en un espacio reducido, evitando la contaminación y con un mantenimiento mínimo”, concluye Jorquera. “En los ensayos se desarrolló un protocolo para la crioconservación y posterior recuperación del material vegetal descongelado tras su almacenamiento en nitrógeno líquido a -196ºC”, explican Ana Vieitiez y Conchi Sánchez. “Con un proceso de crioconservación de ejes embrionarios consistente en la desecación parcial del eje seguido de la inmersión en nitrógeno líquido, se consiguió la formación de plántulas de castaño tras descongelar el material en un 60-63%”, indican. En cuanto a los ensayos de crioconservación en ápices caulinares, también se lograron altos porcentajes de supervivencia en castaño mediante la aplicación de un proceso de vitrificación, es decir, de un tratamiento con soluciones crioprotectoras. Finalmente se evaluó la estabilidad genética del material regenerado de castaño después de crioconservación para la detención de posibles variaciones genéticas mediante estudios morfológicos, fisiológicos, biométricos y marcadores moleculares “Los resultados permiten afirmar que con la crioconservación no hay diferencias morfológicas, fisiológicas ni a nivel genético entre el material crioconservado de castaño y el stock no almacenado en nitrógeno líquido”, indica Lorena Jorquera. Los resultados de la tesis permiten concluir que la crioconservación es una alternativa segura para conservar material vegetal de castaño porque “se almacena el material a -196ºC con nitrógeno líquido, en condiciones donde tiene lugar la detención de los procesos metabólicos, por un tiempo indefinido, sin alteraciones genéticas, en un espacio reducido, evitando la contaminación y con un mantenimiento mínimo”, concluye Jorquera. “En los ensayos se desarrolló un protocolo para la crioconservación y posterior recuperación del material vegetal descongelado tras su almacenamiento en nitrógeno líquido a -196ºC”, explican Ana Vieitiez y Conchi Sánchez. “Con un proceso de crioconservación de ejes embrionarios consistente en la desecación parcial del eje seguido de la inmersión en nitrógeno líquido, se consiguió la formación de plántulas de castaño tras descongelar el material en un 60-63%”, indican. En cuanto a los ensayos de crioconservación en ápices caulinares, también se lograron altos porcentajes de supervivencia en castaño mediante la aplicación de un proceso de vitrificación, es decir, de un tratamiento con soluciones crioprotectoras. Finalmente se evaluó la estabilidad genética del material regenerado de castaño después de crioconservación para la detención de posibles variaciones genéticas mediante estudios morfológicos, fisiológicos, biométricos y marcadores moleculares “Los resultados permiten afirmar que con la crioconservación no hay diferencias morfológicas, fisiológicas ni a nivel genético entre el material crioconservado de castaño y el stock no almacenado en nitrógeno líquido”, indica Lorena Jorquera. Los resultados de la tesis permiten concluir que la crioconservación es una alternativa segura para conservar material vegetal de castaño porque “se almacena el material a -196ºC con nitrógeno líquido, en condiciones donde tiene lugar la detención de los procesos metabólicos, por un tiempo indefinido, sin alteraciones genéticas, en un espacio reducido, evitando la contaminación y con un mantenimiento mínimo”, concluye Jorquera. El castaño y el roble El castaño y el roble son dos especies de gran importancia económica, ecológica y cultural para Galicia, España y Europa. Estas dos especies con frecuencia se ven afectadas por enfermedades de origen fúngico, entre las que cabe citar la tinta causada por Phytophtora cambivora y P. cinnamomi y el cáncer producido por Cryphonectria parasitica, enfermedades en las que los hongos no encuentran por lo general resistencia y destruyen las plantas con rapidez generando importantes pérdidas económicas.
En los últimos años, por tanto, uno de los principales objetivos de la comunidad científica dedicada al estudio de estas especies es buscar ejemplares resistentes a los males anteriormente citados. Para ello, se han centrado los esfuerzos en encontrar individuos que naturalmente sean resistentes a esas enfermedades o en obtener híbridos resistentes mediante cruzamiento entre el castaño europeo y las especies asiáticas las cuales son resistentes a la tinta y al chancro. Tanto el castaño como el roble son, además, especies con una conservación y propagación vegetativa muy problemática al tener semillas recalcitantes, las cuales no pueden almacenarse a largo plazo y mueren si su contenido de humedad se reduce por debajo de un valor crítico. En los últimos años, por tanto, uno de los principales objetivos de la comunidad científica dedicada al estudio de estas especies es buscar ejemplares resistentes a los males anteriormente citados. Para ello, se han centrado los esfuerzos en encontrar individuos que naturalmente sean resistentes a esas enfermedades o en obtener híbridos resistentes mediante cruzamiento entre el castaño europeo y las especies asiáticas las cuales son resistentes a la tinta y al chancro. Tanto el castaño como el roble son, además, especies con una conservación y propagación vegetativa muy problemática al tener semillas recalcitantes, las cuales no pueden almacenarse a largo plazo y mueren si su contenido de humedad se reduce por debajo de un valor crítico.
La conservación de recursos genéticos forestales puede realizarse mediante técnicas in situ o ex situ. En esta tesis se han empleado estrategias de cultivo in vitro y la conservación en nitrogeno líquido a bajas temperaturas mediante la técnica de criconservación. La autora, Lorena Jorquera Martínez, realizó la investigación durante una estancia en el Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia (IIAG-CSIC, Santiago) bajo la dirección de las doctoras Ana Vietez y Conchi Sánchez, del Grupo de Investigación de Biotecnología Forestal del citado centro.
El principal objetivo de la tesis era definir las técnicas para la conservación de material de castaño y roble, utilizando ejes embrionarios de semillas (parte vital de la semilla capaz de germinar y dar lugar a una planta) y ápices de brotes cultivados in vitro procedentes de material juvenil y adulto de ambas especies.
El principal objetivo de la tesis era definir las técnicas para la conservación de material de castaño y roble, utilizando ejes embrionarios de semillas (parte vital de la semilla capaz de germinar y dar lugar a una planta) y ápices de brotes cultivados in vitro procedentes de material juvenil y adulto de ambas especies.
La tesis, titulada “Crioconservación de ejes embrionarios y ápices caulinares de castaño (Castanea sativa Mill.) y roble (Quercus robur L.)” fue defendida recientemente en la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y recibió la calificación de sobresaliente cum laude.
Los resultados han dado lugar a la firma de un convenio de colaboración para la transferencia de tecnología entre el IIAG y la empresa TRAGSA, grupo que desde hace más de 30 años realiza actuaciones en la protección y conservación de la naturaleza y el desarrollo rural. Fruto del convenio, la empresa, en colaboración con el grupo de Biotecnología Forestal del IIAG, está aplicando la tecnología desarrollada en la tesis para la crioconservación de una colección de 205 clones de castaño seleccionados en diferentes partes de Galicia. “En los ensayos se desarrolló un protocolo para la crioconservación y posterior recuperación del material vegetal descongelado tras su almacenamiento en nitrógeno líquido a -196ºC”, explican Ana Vieitiez y Conchi Sánchez. “Con un proceso de crioconservación de ejes embrionarios consistente en la desecación parcial del eje seguido de la inmersión en nitrógeno líquido, se consiguió la formación de plántulas de castaño tras descongelar el material en un 60-63%”, indican. En cuanto a los ensayos de crioconservación en ápices caulinares, también se lograron altos porcentajes de supervivencia en castaño mediante la aplicación de un proceso de vitrificación, es decir, de un tratamiento con soluciones crioprotectoras. Finalmente se evaluó la estabilidad genética del material regenerado de castaño después de crioconservación para la detención de posibles variaciones genéticas mediante estudios morfológicos, fisiológicos, biométricos y marcadores moleculares “Los resultados permiten afirmar que con la crioconservación no hay diferencias morfológicas, fisiológicas ni a nivel genético entre el material crioconservado de castaño y el stock no almacenado en nitrógeno líquido”, indica Lorena Jorquera. Los resultados de la tesis permiten concluir que la crioconservación es una alternativa segura para conservar material vegetal de castaño porque “se almacena el material a -196ºC con nitrógeno líquido, en condiciones donde tiene lugar la detención de los procesos metabólicos, por un tiempo indefinido, sin alteraciones genéticas, en un espacio reducido, evitando la contaminación y con un mantenimiento mínimo”, concluye Jorquera. “En los ensayos se desarrolló un protocolo para la crioconservación y posterior recuperación del material vegetal descongelado tras su almacenamiento en nitrógeno líquido a -196ºC”, explican Ana Vieitiez y Conchi Sánchez. “Con un proceso de crioconservación de ejes embrionarios consistente en la desecación parcial del eje seguido de la inmersión en nitrógeno líquido, se consiguió la formación de plántulas de castaño tras descongelar el material en un 60-63%”, indican. En cuanto a los ensayos de crioconservación en ápices caulinares, también se lograron altos porcentajes de supervivencia en castaño mediante la aplicación de un proceso de vitrificación, es decir, de un tratamiento con soluciones crioprotectoras. Finalmente se evaluó la estabilidad genética del material regenerado de castaño después de crioconservación para la detención de posibles variaciones genéticas mediante estudios morfológicos, fisiológicos, biométricos y marcadores moleculares “Los resultados permiten afirmar que con la crioconservación no hay diferencias morfológicas, fisiológicas ni a nivel genético entre el material crioconservado de castaño y el stock no almacenado en nitrógeno líquido”, indica Lorena Jorquera. Los resultados de la tesis permiten concluir que la crioconservación es una alternativa segura para conservar material vegetal de castaño porque “se almacena el material a -196ºC con nitrógeno líquido, en condiciones donde tiene lugar la detención de los procesos metabólicos, por un tiempo indefinido, sin alteraciones genéticas, en un espacio reducido, evitando la contaminación y con un mantenimiento mínimo”, concluye Jorquera. El castaño y el roble El castaño y el roble son dos especies de gran importancia económica, ecológica y cultural para Galicia, España y Europa. Estas dos especies con frecuencia se ven afectadas por enfermedades de origen fúngico, entre las que cabe citar la tinta causada por Phytophtora cambivora y P. cinnamomi y el cáncer producido por Cryphonectria parasitica, enfermedades en las que los hongos no encuentran por lo general resistencia y destruyen las plantas con rapidez generando importantes pérdidas económicas.
En los últimos años, por tanto, uno de los principales objetivos de la comunidad científica dedicada al estudio de estas especies es buscar ejemplares resistentes a los males anteriormente citados. Para ello, se han centrado los esfuerzos en encontrar individuos que naturalmente sean resistentes a esas enfermedades o en obtener híbridos resistentes mediante cruzamiento entre el castaño europeo y las especies asiáticas las cuales son resistentes a la tinta y al chancro. Tanto el castaño como el roble son, además, especies con una conservación y propagación vegetativa muy problemática al tener semillas recalcitantes, las cuales no pueden almacenarse a largo plazo y mueren si su contenido de humedad se reduce por debajo de un valor crítico. En los últimos años, por tanto, uno de los principales objetivos de la comunidad científica dedicada al estudio de estas especies es buscar ejemplares resistentes a los males anteriormente citados. Para ello, se han centrado los esfuerzos en encontrar individuos que naturalmente sean resistentes a esas enfermedades o en obtener híbridos resistentes mediante cruzamiento entre el castaño europeo y las especies asiáticas las cuales son resistentes a la tinta y al chancro. Tanto el castaño como el roble son, además, especies con una conservación y propagación vegetativa muy problemática al tener semillas recalcitantes, las cuales no pueden almacenarse a largo plazo y mueren si su contenido de humedad se reduce por debajo de un valor crítico.
El principal objetivo de la tesis era definir las técnicas para la conservación de material de castaño y roble, utilizando ejes embrionarios de semillas (parte vital de la semilla capaz de germinar y dar lugar a una planta) y ápices de brotes cultivados in vitro procedentes de material juvenil y adulto de ambas especies.
Los resultados han dado lugar a la firma de un convenio de colaboración para la transferencia de tecnología entre el IIAG y la empresa TRAGSA, grupo que desde hace más de 30 años realiza actuaciones en la protección y conservación de la naturaleza y el desarrollo rural. Fruto del convenio, la empresa, en colaboración con el grupo de Biotecnología Forestal del IIAG, está aplicando la tecnología desarrollada en la tesis para la crioconservación de una colección de 205 clones de castaño seleccionados en diferentes partes de Galicia. “En los ensayos se desarrolló un protocolo para la crioconservación y posterior recuperación del material vegetal descongelado tras su almacenamiento en nitrógeno líquido a -196ºC”, explican Ana Vieitiez y Conchi Sánchez. “Con un proceso de crioconservación de ejes embrionarios consistente en la desecación parcial del eje seguido de la inmersión en nitrógeno líquido, se consiguió la formación de plántulas de castaño tras descongelar el material en un 60-63%”, indican. En cuanto a los ensayos de crioconservación en ápices caulinares, también se lograron altos porcentajes de supervivencia en castaño mediante la aplicación de un proceso de vitrificación, es decir, de un tratamiento con soluciones crioprotectoras. Finalmente se evaluó la estabilidad genética del material regenerado de castaño después de crioconservación para la detención de posibles variaciones genéticas mediante estudios morfológicos, fisiológicos, biométricos y marcadores moleculares “Los resultados permiten afirmar que con la crioconservación no hay diferencias morfológicas, fisiológicas ni a nivel genético entre el material crioconservado de castaño y el stock no almacenado en nitrógeno líquido”, indica Lorena Jorquera. Los resultados de la tesis permiten concluir que la crioconservación es una alternativa segura para conservar material vegetal de castaño porque “se almacena el material a -196ºC con nitrógeno líquido, en condiciones donde tiene lugar la detención de los procesos metabólicos, por un tiempo indefinido, sin alteraciones genéticas, en un espacio reducido, evitando la contaminación y con un mantenimiento mínimo”, concluye Jorquera.
El principal objetivo de la tesis era definir las técnicas para la conservación de material de castaño y roble, utilizando ejes embrionarios de semillas (parte vital de la semilla capaz de germinar y dar lugar a una planta) y ápices de brotes cultivados in vitro procedentes de material juvenil y adulto de ambas especies.
“En los ensayos se desarrolló un protocolo para la crioconservación y posterior recuperación del material vegetal descongelado tras su almacenamiento en nitrógeno líquido a -196ºC”, explican Ana Vieitiez y Conchi Sánchez.
“Con un proceso de crioconservación de ejes embrionarios consistente en la desecación parcial del eje seguido de la inmersión en nitrógeno líquido, se consiguió la formación de plántulas de castaño tras descongelar el material en un 60-63%”, indican.
En cuanto a los ensayos de crioconservación en ápices caulinares, también se lograron altos porcentajes de supervivencia en castaño mediante la aplicación de un proceso de vitrificación, es decir, de un tratamiento con soluciones crioprotectoras.
Finalmente se evaluó la estabilidad genética del material regenerado de castaño después de crioconservación para la detención de posibles variaciones genéticas mediante estudios morfológicos, fisiológicos, biométricos y marcadores moleculares
“Los resultados permiten afirmar que con la crioconservación no hay diferencias morfológicas, fisiológicas ni a nivel genético entre el material crioconservado de castaño y el stock no almacenado en nitrógeno líquido”, indica Lorena Jorquera.
Los resultados de la tesis permiten concluir que la crioconservación es una alternativa segura para conservar material vegetal de castaño porque “se almacena el material a -196ºC con nitrógeno líquido, en condiciones donde tiene lugar la detención de los procesos metabólicos, por un tiempo indefinido, sin alteraciones genéticas, en un espacio reducido, evitando la contaminación y con un mantenimiento mínimo”, concluye Jorquera.
“En los ensayos se desarrolló un protocolo para la crioconservación y posterior recuperación del material vegetal descongelado tras su almacenamiento en nitrógeno líquido a -196ºC”, explican Ana Vieitiez y Conchi Sánchez.
“Con un proceso de crioconservación de ejes embrionarios consistente en la desecación parcial del eje seguido de la inmersión en nitrógeno líquido, se consiguió la formación de plántulas de castaño tras descongelar el material en un 60-63%”, indican.
En cuanto a los ensayos de crioconservación en ápices caulinares, también se lograron altos porcentajes de supervivencia en castaño mediante la aplicación de un proceso de vitrificación, es decir, de un tratamiento con soluciones crioprotectoras.
Finalmente se evaluó la estabilidad genética del material regenerado de castaño después de crioconservación para la detención de posibles variaciones genéticas mediante estudios morfológicos, fisiológicos, biométricos y marcadores moleculares
“Los resultados permiten afirmar que con la crioconservación no hay diferencias morfológicas, fisiológicas ni a nivel genético entre el material crioconservado de castaño y el stock no almacenado en nitrógeno líquido”, indica Lorena Jorquera.
Los resultados de la tesis permiten concluir que la crioconservación es una alternativa segura para conservar material vegetal de castaño porque “se almacena el material a -196ºC con nitrógeno líquido, en condiciones donde tiene lugar la detención de los procesos metabólicos, por un tiempo indefinido, sin alteraciones genéticas, en un espacio reducido, evitando la contaminación y con un mantenimiento mínimo”, concluye Jorquera.
El castaño y el roble
El castaño y el roble son dos especies de gran importancia económica, ecológica y cultural para Galicia, España y Europa. Estas dos especies con frecuencia se ven afectadas por enfermedades de origen fúngico, entre las que cabe citar la tinta causada por Phytophtora cambivora y P. cinnamomi y el cáncer producido por Cryphonectria parasitica, enfermedades en las que los hongos no encuentran por lo general resistencia y destruyen las plantas con rapidez generando importantes pérdidas económicas.
En los últimos años, por tanto, uno de los principales objetivos de la comunidad científica dedicada al estudio de estas especies es buscar ejemplares resistentes a los males anteriormente citados. Para ello, se han centrado los esfuerzos en encontrar individuos que naturalmente sean resistentes a esas enfermedades o en obtener híbridos resistentes mediante cruzamiento entre el castaño europeo y las especies asiáticas las cuales son resistentes a la tinta y al chancro. Tanto el castaño como el roble son, además, especies con una conservación y propagación vegetativa muy problemática al tener semillas recalcitantes, las cuales no pueden almacenarse a largo plazo y mueren si su contenido de humedad se reduce por debajo de un valor crítico.
En los últimos años, por tanto, uno de los principales objetivos de la comunidad científica dedicada al estudio de estas especies es buscar ejemplares resistentes a los males anteriormente citados. Para ello, se han centrado los esfuerzos en encontrar individuos que naturalmente sean resistentes a esas enfermedades o en obtener híbridos resistentes mediante cruzamiento entre el castaño europeo y las especies asiáticas las cuales son resistentes a la tinta y al chancro.
Tanto el castaño como el roble son, además, especies con una conservación y propagación vegetativa muy problemática al tener semillas recalcitantes, las cuales no pueden almacenarse a largo plazo y mueren si su contenido de humedad se reduce por debajo de un valor crítico.