La venta de castaña fresca va de octubre a diciembre en el hemisferio norte. Pero “hay que sacarse el switch del frutero fresco” ya que el principal uso en el mundo corresponde al producto procesado. La harina, por ejemplo, se utiliza en productos para los celíacos, porque no tiene gluten. Valderrama y Halcartegaray visualizan una estrategia comercial orientada a mantener una oferta continua todo el año: seis meses con la cosecha europea y seis con la chilena. Los circuitos comerciales incluyen a industrias y supermercados en las góndolas para snacks.
20 HA ES LA SUPERFICIE MÍNIMA PARA MECANIZAR
La pregunta a responder es con cuánto se puede empezar a hacer algo interesante desde el punto de vista del proceso, industrialización y comercio, plantea Halcartegaray. “Calculamos que uno puede empezar a montar instalaciones industriales a partir de la 300 toneladas”. “Montas maquinaria pequeña, externalizas el frío, vas creciendo a medida que aumenta el volumen” agrega Valderrama, y puntualiza: “antes de eso lo más eficiente es despachar en fresco”.
Las alrededor de 800 ha actuales llegarán a unas 4.400 toneladas de producción. Según el ingeniero comercial, un empresario español le comentó que por sí solo compraba 10 a 15 mil ton.
Cosechar resulta muy sencillo. La fruta cae sola, y después se recoge con máquinas como las de nueces, con modificaciones menores, que separan las castañas del erizo y restos vegetales. Valderrama y Halcartegaray calculan en 20 ha la superficie mínima para mecanizar.
El proceso de exportación en fresco también es simple: acopio, embalaje en mallas, carga en el contenedor y embarque. Sin embargo, hacerlo así significa llevar un 30% de lastre en comparación a la fruta pelada.
Luego de la cosecha no debe pasar más de un día o dos sin entrar a frío. El proceso de pelado implica una inversión importante en equipos. El trabajo manual es muy poco, principalmente selección después del pelado, aunque también existe tecnología que la reemplaza con uso de láser. La materia prima se puede guardar en cámara por cinco meses, sin afectar la calidad interna de la fruta, aunque la cáscara pierde brillo.
LAS VARIEDADES DISPONIBLES SON BUENAS
En Chile se planta castaño europeo. Hay también dos híbridos con castaño japonés, usados como polinizantes. Los castaños marrones no tienen polen, dan únicamente flores hembras; sin polinizantes no hay cosecha.
No se cuenta con información detallada de las variedades. Las de origen italiano destacan por su calidad en Europa. La conocida en Chile como Marrone di Cuneo (el nombre en realidad es una denominación de origen para un grupo de variedades) no solo ha resultado muy precoz, con fruta a la tercera o cuarta hoja; también ha obtenido los mejores resultados industriales en los pequeños embarques ya despachados a Francia. Otras variedades tienden a tener más vigor y dan sus primeros frutos en el año 5 o 6.
La genética de las variedades hace que más del noventa por ciento de su fruta sea de categoría marrón. Solo raramente entregan algunas frutas con tabique.
A juicio de los entrevistados, las variedades de castaño se encuentran en la situación de los nogales hace 20 años: “Todas son infinitamente mejores que las que había en Chile, y lo que nos falta por determinar con el tiempo cuál será la campeona, cuál la 2ª, la 3ª, etc.”
Desde el segundo año de existencia del vivero, la generación de material ha sido insuficiente: “nosotros mismos hemos tenido que postergar nuestras plantaciones para atender la demanda”. Este año disponen de plantas para unas 250 ha, de las cuales la mitad ya está comprometida.
POR QUÉ EN CHILE ES POSIBLE LA ALTA DENSIDAD Y NO EN EUROPA
En Europa la severidad del hongo Cryphonectria parasitica (chancro del castaño), que entra por la madera, impide la poda. Por tanto no es posible el manejo en alta densidad y se desconoce el potencial de producción con este sistema.
Según técnicos franceses, la producción del castaño plantado a 12x12 m llega a 10 a 12 t/ha, en su momento culminante. Como ellos no podan, se produce sombreamiento y la cifra declina hasta 4 o 5 t/ha. En Chile los castaños tradicionales, sin manejo tecnificado, pueden llegar a 15 t/ha. Aunque el potencial se ve prometedor, los cálculos económicos se han hecho sobre la base de 5,5 t/ha. “Hasta que no veamos 8 o 10 t/ha, no lo vamos a poner en ningún cuadro” remarcan los entrevistados.
Plantado a 12x12 m, un árbol en copa tarda unos 15 años en llenar su espacio. Los castaños en alta densidad deben cubrir un área más chica, por lo cual probablemente van a llegar a la plena producción al año 7 u 8.
La formación en eje central implementada significó un proceso de aprendizaje, pues va contra la tendencia expansiva de la especie. La práctica adquirida hace pensar en la posibilidad de aumentar aún más la densidad de plantación.
A diferencia de los frutales en que se cosecha a mano, como la fruta del castaño cae sola, el árbol se deja crecer hasta unos 7 m de altura, cifra igual a la distancia entre hileras para evitar el cono de sombreamiento.
Sobre las ventajas sanitarias en Chile, Edmundo Valderrama cuenta una anécdota con sus compradores franceses. Les apostó una botella de champán a que no iban a encontrar ni una polilla en las castañas enviadas. “Sabíamos que Cydia splendana, no existe en nuestro territorio. Obviamente me gané la botella.”
En la zona más austral de producción puede haber un añerismo climático, porque el castaño necesita temperatura en la primavera para terminar la formación de las flores, iniciada en la temporada anterior. Lluvias ininterrumpidas durante la floración también pueden provocar este efecto. Hay asimismo un añerismo fisiológico en los árboles que no se podan pues cargas abundantes en un año redundan en un debilitamiento de la carga a la temporada siguiente. Un huerto bien podado debiera lograr fructificación estable.