Nubledo,
Illán GARCÍA
El mes de noviembre en Corvera es sinónimo de amagüestos. Los vecinos del concejo se han puesto manos a la obra para preparar en sus respectivas parroquias estas fiestas otoñales en las que se comen castañas y se prueba la primera sidra de la temporada. El concejal de Festejos, Rafael Alonso, hizo ayer de maestro de ceremonias para presentar estas tradicionales actividades en el salón de Plenos del Ayuntamiento. Estuvo acompañado de varios líderes vecinales.
La primera fiesta de la castaña del concejo se celebró ayer en Molleda. La pista polideportiva de la parroquia acogió ayer un amagüestu donde no faltaron ni la sidra dulce ni las castañas, 'ni por supuesto los postres que preparan las mujeres del pueblo', manifestó José Manuel Pérez, presidente de la asociación de vecinos 'El Castiellu'. El siguiente amagüestu se celebra hoy en Campañones (Solís). Los vecinos de este pueblo han organizado una fiesta que comenzará a mediodía y finalizará hacia las tres de la madrugada. 'Contaremos con un castañero, tendremos sidra dulce y más tarde, una comida de hermandad, un baile y una posterior chocolatada', describió Alfredo García.
La próxima semana, el testigo lo cogerán los vecinos de Trasona. Rosa Rodríguez explicó que la fiesta de otoño se celebrará el próximo viernes día 15 a partir de las ocho de la tarde en el centro social. 'Las castañas las picamos nosotros y se asarán en la panadería; la sidra proviene de una pumarada de Trasona', detalló la responsable del amagüestu en esta parroquia. Cancienes será la siguiente localidad del concejo en celebrar la seronda. 'La sidra dulce será de casa y también tendremos castañas, como no podía ser de otra manera', explicó el dirigente vecinal de Cancienes, Domingo Morcillo, para referirse al amagüestu de su parroquia que se desarrollará el sábado 16 a partir de las seis y media en la sede de la entidad.
Y para cerrar estas actividades, la plaza del Tomás y Valiente y las escuelas de Villa acogerán el sábado 23 sendos amagüestos. El primero, con juegos tradicionales y cuentos en asturiano, y el segundo, con sidra mayada en un llagar tradicional, con una pareja de gaita y tambor y con castañas recogidas en la parroquia de Villa.