5.1. Semillas.
El castaño es una planta que se obtiene muy bien a partir de semillas, debido a que estas germinan muy bien (la germinación suele producirse al cabo de un mes aproximadamente). El único cuidado que se debe tener es que no se desequen, en cuyo caso pierden rápidamente capacidad germinativa. Por esto debe usarse siempre la castaña de la última cosecha.
La siembra puede realizarse tanto en otoño, nada más recolectarlas, como en primavera (mes de marzo).
El transplante debe hacerse en noviembre (lugares templados) o en febrero - marzo (lugares fríos). Cuando se realiza el trasplante se realiza un reforzado, despuntando las raíces y cortando dos tercios del tallo, una vez puesta la planta en el lugar de asiento. De esta forma se favorece el enraizamiento y un desarrollo más rápido de la planta.
5.2. Multiplicación vegetativa.
La multiplicación vegetativa se caracteriza porque los plantones obtenidos presentan las mismas características genéticas que el progenitor. Puede realizarse de varias formas dependiendo de la parte de la planta madre que se emplee y de la forma de trabajar con ella.
Los distintos tipos se diferencian en el momento de la formación de las raíces: |
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Acodos |
Se emplea una parte de la planta madre a la que se induce la formación de raíces antes de separarla de la misma, de forma que al hacerlo ésta ya posee raíces. |
Estaquillado |
La parte de la planta madre que se emplea se separa primero de ella y luego se induce la formación de raíces. |
Injerto |
La parte a utilizar se separa de la planta madre y se traslada a otra planta de la que se van a utilizar sus raíces. |
Con el nombre de acodo se conocen todos los procesos con los que parte de una planta (normalmente una rama) es inducida a generar raíces o tallos antes de separarla de la planta madre.
Los acodos son separados en la estación de reposo después de que enraícen. De todos los sistemas de acodado el más empleado en castañicultura es el de recepado.