La transformación de la castaña está permitiendo alargar el proceso de trabajo con ella en el tiempo y además permite llegar a un mayor número de consumidores gracias a los procesos de conservación. Por otro lado proporciona la posibilidad de aparecer bajo un variado tipo de productos diferentes lo que aumenta la diversidad de consumidores.
La transformación de la castaña permite alargar el proceso de trabajo en el tiempo, diversificar la oferta de productos, adquirir un importante valor añadido y crear nuevos puestos de trabajo.
Todo ello supone además un importante valor añadido que anima a la utilización de estos procesos para conseguir una amplia diversidad de productos. En la actualidad, la transformación no suele realizarse en origen sino lejos de las zonas productoras. En el futuro debe emprenderse la transformación en los propios lugares de origen. No se trata de crear grandes industrias, sino pequeñas industrias de carácter familiar o asociativo que permitan la formación de un tejido empresarial que, mediante el valor añadido, ofrezcan la posibilidad de aumentar el empleo en dichas zonas y mejorar las condiciones económicas y sociales de las mismas, fijando al mismo tiempo población en lugares que tienen grandes problemas de despoblación, de envejecimiento y pérdida de poder adquisitivo y servicios.